cobertura universal de salud

México atraviesa una transición demográfica y epidemiológica con la emergencia de las enfermedades no transmisibles (ENT), aunque en
algunas regiones con menor desarrollo económico persisten las enfermedades infecciosas. La prospectiva de la carga de la enfermedad causada por las ENT no es alentadora, pues al tiempo que la población mexicana envejece, es aquejada por importantes factores de riesgo para desarrollar las ENT. La atención a dicho grupo de enfermedades requiere de importantes recursos financieros, que en el sistema de salud mexicano recaen en gran medida en los individuos y las familias como gasto de bolsillo que, e acuerdo con la última estimación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) representa el 38.8% del gasto en salud.(2) Por lo anterior, el panorama epidemiológico implica un reto para la sostenibilidad financiera de los hogares y el desarrollo económico del país.