Declaración de Matthew L. Myers, Presidente de Campaign for Tobacco-Free Kids
24 abril, 2020
WASHINGTON, D.C. – Los medios difundieron recientemente información engañosa sobre la relación entre fumar y el COVID-19 luego de la publicación de estadísticas francesas en el sitio web de acceso abierto Qeios. Como resultado, se ha difundido ampliamente que las personas que fuman tendrían un riesgo menor de contraer COVID-19 y, por implicación, que la nicotina podría brindar un efecto protector contra el COVID-19. Esta conclusión es inconsistente con el creciente cuerpo de evidencia que indica que los fumadores tienen un mayor riesgo de sufrir consecuencias graves al contraer COVID-19. Se ha derivado de una cita que no forma parte de un estudio revisado por pares de ningún tipo y no se ha sometido al escrutinio científico.
La estadística francesa publicada en Qeios no permite obtener una conclusión científicamente aceptable sobre el acto de fumar, la nicotina y el COVID-19. La estadística se basa en un tamaño de muestra muy pequeño de un hospital francés que no involucra una muestra representativa ni introduce otros factores potencialmente significativos.
Contrariamente a lo que sostiene la cobertura que los medios han dado a estos datos, existe evidencia concluyente que indica que fumar aumenta el riesgo de infecciones respiratorias, debilita el sistema inmunológico y es una causa importante de una serie de afecciones de salud crónicas, incluidas la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la enfermedad cardíaca y la diabetes. Además, existe una creciente evidencia de que el vapeo también puede dañar la salud pulmonar. Estos factores ponen a las personas que fuman, y probablemente también a las que vapean, en mayor riesgo cuando contraen COVID-19.
El consumo de tabaco es la principal causa de muerte evitable en el mundo que acaba con la vida de más de 8 millones de personas cada año. La evidencia es clara: el tabaco mata al menos a la mitad de sus consumidores. Para protegerse del COVID-19, las personas que fuman y las que vapean deben hacer todo lo que esté a su alcance para dejar de fumar, ya que las investigaciones han demostrado que dejar de fumar mejora rápidamente la función pulmonar.
Si bien los expertos en salud pública y los gobiernos de todo el mundo enfrentan el enorme costo económico y de salud de la pandemia de COVID-19, las compañías tabacaleras continúan explotando la pandemia para difundir información errónea y promover sus productos mortales. En varios países, las compañías tabacaleras y sus aliados han difundido información falsa según la cual el consumo de tabaco o el vapeo protegerían a los usuarios de contraer COVID-19. Esta información, además de ser falsa, es peligrosa.
Las compañías tabacaleras no se detendrán ante nada para vender más productos, incluso si eso significa capitalizar una pandemia. Nunca ha sido más importante para el público y los decisores políticos ver a la industria del tabaco por lo que es: una industria de muerte y enfermedad.